Comer percebes es, sin duda alguna, EL SEGUNDO PLACER DE LA VIDA. Aqui les dejo un breve documento audiovisual sobre la captura de tal apreciado manjar. El riesgo y dicultad es evidente, tanto para el percebeiro en las rocas como para nosotros a la hora de sacar la cartera...
Si queremos meternos en el cuerpo 200 o 300 gramos de estos bichitos, es importante que no nos den gato por liebre y por ello, tras mi reciente experiencia por las Rias Baixas y después de numerables y necesarios estudios empíricos en las tascas galleguiñas he llegado a la conclusión que hay que tener en cuenta lo siguiente:
Este es un percebe gallego auténtico
Pero si al comerlo sale esto, no es gallego...
...¡¡¡ ES ETÍOPEEEEE !!!