18 de abril de 2010

Autoridad desigual



Ayer me disponía a entrar mi casa por el garaje tal y como lo vengo haciendo diariamente desde hace siete años, accediendo al mismo por la única calle posible para hacerlo y en la que figura una señal de prohibido el paso “excepto a vados autorizados”. Cuando doblo la esquina me aguarda una patrulla de policía, cuan ave rapiña esperando a su presa, quien me detiene. Baja un agente y, de muy malos modales, me indica:

Poli: “¿No ve usted la señal de prohibido el paso?, lo que debería usted hacer es dar la vuelta entera -indicándome con el dedo- como todo el mundo”.

Yo: “Disculpe, pero creo que se está equivocando. Yo vivo ahí y el único acceso que tengo para entrar a mi garaje es éste. Además, ¿no ha visto usted que bajo la señal de prohibido hay una indicación que pone -excepto vados autorizados-?”.

El agente -que debía ser el primer día que pasaba por allí- comienza a ponerse pálido, pero no por menos que abandonar su tono amenazante y con tintes evidentes de mala educación, va a comprobar la señal y a su regreso me dice:

Poli: “Tiene usted razón. Disculpe y prosiga su marcha”.

Yo: “Acepto sus disculpas, no se preocupe. Pero son 200 €. ¿O acaso me perdonaría usted la multa si soy yo quien no hubiera visto la señal?...”


3 comentarios:

  1. ¿Municipales de la capital de aquí mismo? Primera lección: Nunca les lleve la contraria. Estará usted perdido.
    Yo, triste peatón sin coche ni permiso de conducir, soy el agraciado poseedor de una hermosa multa de tráfico gentileza de un amable municipal que se empeñó en llevar la razón. Yo también. Y así me fue.

    Un saludo.

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  2. qué cosas no ? jejejeje...te pagó los 200 del ala ???prepárate porque seguro que te ha cogido manía y vas a ser su obsesión , jajajaja
    un besazo , contenta de leerte de nuevo !!

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  3. Un placer verte de nuevo por aquí, Laura!!!
    Besos,

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